domingo, 30 de enero de 2011
Pequeñas cosas
"El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni de casualidad." ~ Sherlock Holmes
jueves, 27 de enero de 2011
¿Amigos o enemigos?
Por supuesto, todos conocereis al gran mago o más bien ilusionista Houdini. Siempre apasionado por trucos realmente impresionantes y aparentemente imposibles, sentía un terrible odio hacia todo lo relacionado con el espiritismo. A pesar de ser un hombre que realizaba trucos que escapaban a las leyes de la física, tenía los pies en el suelo. Durante años (e incluso después de su muerte) siguió desafiando y desmantelando los supuestos "poderes" que poseían estos espiritistas.
Entabló una gran amistad con el creador de nuestro querido Sherlock Holmes, pero sus creencias pronto se vieron enfrentadas: Doyle era un ferviente creyente del espiritismo y lo paranormal y Houdini todo lo contrario. Como tantos, Doyle creía que Houdini podía desmaterializarse para poder realizar sus trucos más asombrosos, pero nada más lejos de la realidad, todo tenía su explicación e incluso Houdini lo reconocía.
Es una pena que la amistad entre estas dos grandes personas se haya visto rota por ideas tan distintas. Pero ahora, quiero que os deis cuenta de una cosa: si Arthur Conan Doyle era tan creyente en el espiritismo, ¿por qué decidió hacer una novela como Sherlock Holmes, en dónde todo tiene su explicación? Ahí queda esta pregunta sin respuesta.
Entabló una gran amistad con el creador de nuestro querido Sherlock Holmes, pero sus creencias pronto se vieron enfrentadas: Doyle era un ferviente creyente del espiritismo y lo paranormal y Houdini todo lo contrario. Como tantos, Doyle creía que Houdini podía desmaterializarse para poder realizar sus trucos más asombrosos, pero nada más lejos de la realidad, todo tenía su explicación e incluso Houdini lo reconocía.
Es una pena que la amistad entre estas dos grandes personas se haya visto rota por ideas tan distintas. Pero ahora, quiero que os deis cuenta de una cosa: si Arthur Conan Doyle era tan creyente en el espiritismo, ¿por qué decidió hacer una novela como Sherlock Holmes, en dónde todo tiene su explicación? Ahí queda esta pregunta sin respuesta.
miércoles, 26 de enero de 2011
El arte del disfraz...
Hoy ha llegado el día de decir la respuesta al acertijo de los triángulos, ¿lo habeis adivinado? Aquí esta la respuesta: 28. ¿Habeis acertado o no? La ciencia de la observación (nuestro primer paso para el desarrollo de la ciencia de la deducción) lleva su tiempo. Ahora quiero que volvais a mirar la fotografía de los triángulos y que intenteis contar los 28 triángulos, así os dareis cuenta de que no hay truco alguno ;)
Como sabeis, seguidores incondicionables de Sherlock Holmes, que a nuestro detective se le daba bastante bien el arte del disfraz. Y lo demostraba de mil y una formas posibles:
"Eran ya cerca de las cuatro de la tarde cuando se abrió la puerta y entró en la habitación un mozo [...] desarreglado y sin afeitar, con la cara enrojecida y un atuendo impresentable. A pesar de lo acostumbrado que estaba a los sorprendentes disfraces de mi amigo, tuve que mirarlo de arriba a abajo para convencerme de que, efectivamente, se tratababa de él". ~ Escándalo en Bohemia.
Estos atuendos, que sorprendían al más incrédulo, no solo se quedaron en la literatura, sino que pasaron a la propia realidad. Hoy os contaré la historia de Eugène François Vidocq, hombre que pasaba de la delincuencia a la justicia en los que canta un gallo.
Nacido (según los historiadores) entre 1773 y 1775 en Arras (Francia), desde pequeño era ladrón y rebelde. Durante su adolescencia se unió a un grupo de actores de teatro que le enseñaron todo lo necesario para disfrazarse pasando desapercibido. Se dice que se unió al ejército y que tras una baja, volvió a su pueblo natal, donde se dio cuenta en la sociedad inestable que se vivía aún tras el estallido de la Revolución Francesa. Vidocq empezó a trabajar para Lebon, gobernador de la provincia en aquella época, para salvarse de la guillotina debido a un chitavazo. A pesar de tener un odio intenso hacia Lebon, éste no pensaba lo mismo de Vidocq. Sin embargo, Vidocq vivió a los límites de la legalidad por lo que fue encarzelado varias veces, pero gracias a su arte para disfrazarse consiguió fugarse la mayoría de las veces que le encarcelaron. Una cierta calma empezó a reinar en Francia, cuando el 1804 Napoleón se nombró emperador. Comenzó así una red de espionajes por todo el país que dejó encerrado a Vidocq, por lo que decidió colaborar con la policía para hacer de espía en el mundo de la delincuencia. Gracias a esto, Vidocq pudo contactar con las mafias más fuertes de toda Francia, por lo que salió a relucir su ingeniosa capacidad para el disfraz. Al igual que Sherlock Holmes, amaba el trabajo sistemático. Todo lo que investigaba o descubría, lo documentaba. Una de sus ideas, que fue introducir a ex-convictos en la cárcel instruidos y orientados, tuvo tanto éxito, que decidieron darle mayores proporciones, por lo que se fundó la Brigade de la Sûreté, que más tarde se convirtió en una fuerza de seguridad reconocida mundialmente. Entabló amistad con grandes novelistas franceses como Honoré de Balzac, Alejandro Dumas (padre) y Victor Hugo. Todos ellos se inspiraron de los conocimientos, documentos y disfraces de Vidocq, por ejemplo: "El conde de Montecristo" de Alejandro Dumas o "Los miserables" de Victor Hugo giran en torno del disfraz, a fugas de enorme intensidad dramática, a delincuentes y persecuciones.
martes, 25 de enero de 2011
Consejos y anécdotas.
Hola pequeños detectives. ¿Qué tal va el acertijo de los triángulos? ¿Díficil o fácil? Os dejaré más tiempo para pensar, no sin antes daros consejos para encauzar vuestro método de observación:
-Haz un reconocimiento general de la fotografía, las primeras impresiones son importantes, y en algunos casos nos pueden engañar, pero nos dan una idea de a qué nos enfrentamos.
-Sigue unas pautas que tú mismo te marques. Puedes empezar a contar los triángulos más grandes, luego pasar a los pequeños y viceversa. Cada uno tiene un punto de vista, y por tanto un método que puede seguir fácilmente cada persona de manera independiente.
¿Ya os haceis una idea? Recordad: paciencia.
Pues bien, ahora paso a contar curiosos pero tremendos crímenes que se han dado en la historia.
Uno de ellos a manos de los padres de la ginecología Hunter y William Smellíe. Interesados siempre por la anatomía, a pesar de ser rivales, dedicaban horas de estudio juntos. Con afán de obtener fama, decidieron estudiar el útero de la mujer, por lo que necesitaban mujeres embarazadas, a poder ser casi a punto de dar a luz. Pero debido a la escasez de muertes naturales en ese estado, se dice que llegaron incluso a matar a mujeres embarazadas. Probablemente no fueron los autores materiales de aquellos homicidios ocurridos entre 1750 y 1754, pero sí fueron los autores intelectuales. Conducidas por engaños, las madres (normalmente primerizas) eran llevadas hasta la propia sala de disección donde eran asfixiadas para evitar el mayor daño posible a la madre y sobretodo al niño. Pero la sociedad de Londres sospechaba. Acusados de homicidio, fueron exculpados por las faltas de pruebas, a pesar de los miles de dibujos y atlas que se habían publicado, con imágenes del útero de la mujer con el bebé.
Después de esto, los crímenes cesaron durante una temporada (otra prueba mucho más incriminatoria que podría haberse declarado en su contra), pero volvieron a desaparecer mujeres embarazadas. Tras la muerte de Smellíe, Hunter siguió con los asesinatos, incluso publicó más atlas llegando a fundar su propio centro de anatomía en Londres, donde hoy día se siguen conservando esos textos redactados por ellos en aquella época.
¿Qué pensais? En aquella época muchas luces no tenían, y las pruebas que pasaban por delante de sus narices se les escapaban, es más, dudo que tuvieran un fuerte sentido de la justicia...pero ya hablaré algún día de los fallos históricos que tuvo nuestra amada ciencia llamada criminología en sus principios.
domingo, 23 de enero de 2011
Empezemos a deducir...
Tu mente, atrofiada, no piensas, no razonas, no sirve de nada tampoco que te pongas a pensar de repente qué es la vida. La deducción no es solo descubrir cosas, sino disfrutar de ellas mientras lo haces. Saber deducir es saber observar. Puede ser una bonita metáfora de la vida si lo vemos de otro modo. Fíjate en lo que te rodea, observa los pequeños detalles, seguro que ni te has fijado en cosas insignificantes. Pues las cosas más insignificantes son las que hacen la vida, y de las de se fija todo buen detective. Veamos si con este primer ejercicio aprendemos a observar...
Es un juego muy popular y a veces bastante complicado, pero hay que tener paciencia. La deducción es paciencia, la observación también. En este juego como sabrás, tendrás que contar cuántos triángulos ves en la foto. Y repito, la observación es paciencia, no tires la toalla si no sabes la respuesta.
La solución...la sabreis pronto...
Cocaína diluida al 7%
No hay más que ver para imaginarselo, esto no es un blog, es un monumento a la ciencia de la deducción, introducida por nuestro amigo Sherlock Holmes. No vas a saber quien soy, ni te va a interesar, yo solo voy a ser un intermediario entre Sherlock y tu capacidad para razonar, deducir e investigar que seguramente tú ni siquiera sepas que lo tienes.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)



