Por supuesto, todos conocereis al gran mago o más bien ilusionista Houdini. Siempre apasionado por trucos realmente impresionantes y aparentemente imposibles, sentía un terrible odio hacia todo lo relacionado con el espiritismo. A pesar de ser un hombre que realizaba trucos que escapaban a las leyes de la física, tenía los pies en el suelo. Durante años (e incluso después de su muerte) siguió desafiando y desmantelando los supuestos "poderes" que poseían estos espiritistas.
Entabló una gran amistad con el creador de nuestro querido Sherlock Holmes, pero sus creencias pronto se vieron enfrentadas: Doyle era un ferviente creyente del espiritismo y lo paranormal y Houdini todo lo contrario. Como tantos, Doyle creía que Houdini podía desmaterializarse para poder realizar sus trucos más asombrosos, pero nada más lejos de la realidad, todo tenía su explicación e incluso Houdini lo reconocía.
Es una pena que la amistad entre estas dos grandes personas se haya visto rota por ideas tan distintas. Pero ahora, quiero que os deis cuenta de una cosa: si Arthur Conan Doyle era tan creyente en el espiritismo, ¿por qué decidió hacer una novela como Sherlock Holmes, en dónde todo tiene su explicación? Ahí queda esta pregunta sin respuesta.
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